que fueron luz,….. después tormento,
sentí desasosiego. Fue como hurgar,
a escondidas, en la intimidad
de alguien querido y, con asombro,
acceder a una zona muerta.
Palabras,
que un día alimentaron sueños,
fueron, más tarde, dardos envenenados
y ahora tan solo vainas vacías,
hojas muertas. Lástima
no haber podido conservar
aquella magia, que fluyó
antes de que "lo nuestro" quedase por ahí,
dando tumbos a la intemperie,
hasta morir de inanición.
No hubo presagio de lo venidero,
nada para aliviar el duelo sobrevenido.
Ni tan siquiera, el dolor de una pérdida;
no he podido verter al menos
una lágrima cierta. No he podido
esbozar unos versos, que atesorasen
todo aquello que, un día,
contuvo toda una vida.
Sofía B. 2014©
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