EnglishFrenchGermanSpainItalianDutchRussianPortugueseJapaneseKoreanArabicChinese Simplified

 

viernes, 8 de agosto de 2014

DE OTOÑO







Era un rumor lo que sonaba en la ventana,
las nubes dormitaban con su llanto obligado
y un pájaro del aire, volaba tan callado,
que el árbol le mostraba su rama más cercana.

El alba sorprendía a la noche en su vuelo

mientras tórtolas blancas se arrullaban dormidas,
el ocaso, teñido, mostraba sus heridas
y un color suave y ténue, se posaba en el suelo.

El viento era caricia en las calles vacías,

aquellas que a la luna tiritaban de frío,
besaban en su vuelo las gotas de rocío
o aguardaban pacientes el paso de los días.

Era la luz, la que inventaba diferencias,

los árboles, los suelos, los tejados, las puertas...
el humo de la lumbre con figuras inciertas
y un cielo desvirgado de cercanas querencias.

Los días se vestían con ropajes diversos

y aunque vagaban tristes y lánguidos soñaban,
golondrinas dormidas en su seno volaban
al tiempo que escribían dos amantes sus versos.

Tiritaban sin sombra los enebros al frío

al paso de los grises nubarrones colgados,
morían los silencios sin querer, abrazados
mientras gotas de lluvia acunaban al río.

Y todo era murmullo, o calma, o ambas cosas,

huía el calendario dando pasos sin prisa,
pero el árbol buscaba con su eterna sonrisa
bostezar las mañanas con perfume de rosas.


Juan (zxz)


No hay comentarios:

Publicar un comentario