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martes, 23 de diciembre de 2014



MIS MEJORES DESEOS DE FELICIDAD PARA ESTAS FIESTAS NAVIDEÑAS Y PARA EL 2015 A LOS LECTORES DE ESTE BLOG, JUNTO CON MI GRATITUD POR VUESTRO SEGUIMIENTO, QUE ES, AL FIN, LO QUE LE DA SENTIDO.

                                                   
                                                   Sofía



sábado, 13 de diciembre de 2014

DUERME AMOR




Brillan en la valla las salpicaduras saladas.
La puerta está cerrada ya.
Y el mar,
hirviente, irguiéndose y rompiendo contra los diques,
ha absorbido el sol salado.
Duerme amor...
No atormentes mi alma.
Ya se adormecen las montañas y la estepa
y nuestro perro cojo,
de lana enmarañada,
se tumba y lame su cadena salada.
Y el rumor de las ramas,
y el fragor de las olas,
y el perro encadenado,
con toda su expeeriencia,
y yo, con voz muy queda
y luego en un murmullo
y después en silencio
te decimos: duerme amor...
Duerme amor...
Olvida que estamos reñidos.
Imagina:
Nos depertamos.
Todo está lleno de frescor.
Tumbados en el heno.
Soñolientos.
Llega un olor a leche agria
desde abajo,
desde el sótano,
provocando el sueño.
Oh, cómo podría hacerte
imaginar todo esto
a tí,
a tí, desconfiada!
Duerme amor...
Sonríete entre sueños.
¡Deja de llorar!
Corta flores y piensa
en dónde las pondrás,
y cómprate un montón de vestidos bonitos.
¿Musitas?
Es el cansancio de tu sueño inquieto.
Envuélvete en el sueño, arrebújate en él.
Todo lo que se quiera se puede ver en sueños,
todo lo que anhelamos
cuando estamos despiertos.
No dormir es absurdo,
es incluso un delito:
lo que oculto llevamos
grita en nuestras entrañas.
¡Qué dificil les es a tus ojos
llevar tantas cosas!
Debajo de los párpados
sentirás el alivio del sueño.
Duerme amor...

¿Qué es lo que causa tu insomnio?
¿El bramido del mar?
¿El rogar de los árboles?
¿Un mal presentimiento?
¿La desvergüenza de alguien?
¿O, quizá no de alguien,
sino simplemente la mía?
Duerme amor...
No es posible hacer nada,
pero sabe que no es culpa mía esta culpa.
Perdóname - ¿me oyes? -.
quiéreme - ¿me oyes?-,
aunque solo sea en sueños,
¡aunque sólo sea en sueños!
Duerme amor...
Estamos en un mundo
que vuela enloquecido
y que amenaza estallar,
y es preciso abrazarse
para no caer en él,
y si hay que caer,
caigamos abrazados.
Duerme amor...
No te dejes llenar de rencor.
Que penetre en tus ojos el sueño suavemente
ya que es tan dificil dormir en el mundo.
Pero a pesar de todo
- ¿me oyes, amor?-,
duerme...
Y el rumor de las ramas,
y el fragor de las olas,
y el perro encadenado,
con toda su experiencia,
y yo con voz muy queda
y luego en un murmullo
y después en silencio
te decimos: duerme, amor...

E. Evtuchenko

SIEMPRE HAY UN TIEMPO





Un tiempo para abrir el corazón
de par en par, a la aventura.
Para volar en una nube de sueños.
Para sentir en la cara
la fría lluvia del desamor.

Hay un tiempo
de apostar por lo soñado
deseando no dejarnos vencer
por ningún contratiempo.
Un tiempo de alegrías
y un tiempo de desencantos.

Hay un tiempo
para beberse la vida a tragos,
entre nieves y primaveras,
y un tiempo de amarga 
lentitud;
del desamparo del náufrago.

También, hay un tiempo

de temblores, para los finales.
De tinieblas, de lutos
más cortos o mas largos,
en ocasiones interminables.

Hay un tiempo

de hacer limpieza
y lanzar el dolor,

más allá de las fronteras
del espacio, en el que late el corazón.

Hay incluso, 
un tiempo,
de abrir cortinas a nuevos aires,
a treguas necesarias

y mudar las hieles, las espinas,
por mareas ardientes de ilusión.

Siempre hay un tiempo
para un final diferente.


Sofia B. ®

SILVIO RODRÍGUEZ - EL BREVE ESPACIO - CUBA TV

miércoles, 10 de diciembre de 2014

"SONETOS DE LA ZUBIA 41"






Triste de juramentos y traiciones
Ya no sé si te quiero o no te quiero.
Si perdonar tu desamor prefiero
o prefiero que tú mi amor perdones.

Eres mi campo de contradicciones:
Enemigo hoy, mañana compañero.
Para ser como tú, falso y sincero,
falta haría tener dos corazones.

Ante tus puertas sin abrir me quedo.
Cansado de tu llama y tu tibieza,
ni puedo darte ni pedirte puedo.

No le respondas nunca a mi torpeza,
pues tengo a tu respuesta tanto miedo
que prefiero la duda a la certeza.

(Antonio Gala)