El tiempo deambula
envuelto en el hastío,
denegando el recurso del olvido.
Se hace costumbre
la herida de su ausencia.
Se agota el verbo y languidecen
los versos, en el destierro.
Ni una brizna de luz,
ni una hebra de esperanza
vendrán a ahogar el duelo.
Sofía B.2003©
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