miércoles, 18 de marzo de 2015
ESPECTRO II
No me mires así,
no te sorprendas.
Cierto que creí posible
encontrar el resquicio
por el que colarme hasta tu estancia
y, una vez allí, susurrarte al oído
o situarme tras de ti, en el espejo,
probando a ser yo quién,
por una vez, se mimetiza.
Pero, no me escuchas.
Seguirás apareciendo una y otra vez
tras de mi, ante el espejo,
recordándome, que precisas de mí
del mismo modo que yo
te necesito, como al aire
que me otorga la vida.
Sofia B. © 2015
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