Fotografía: Sofía B.
Un día, el tiempo
nos miró sorprendido.
Habíamos marchado,
tú en busca de las viejas raíces,
yo, fugitiva, en pos de un lazo
estrecho, que me atase,
entre lo fuerte y lo liviano.
Fue sin muecas, sin despedidas;
ni tú ni yo empleamos recursos
ya manidos, lágrimas o suspiros.
Nos separamos en silencio,
huérfanos de los sueños.
Sofía B.®
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