miércoles, 29 de abril de 2015
A AMORES FORZADOS
Te amo.
No concluyas que ello sea
elección personal.
Es una condena
a amores forzados,
pena por cumplir
sin fecha de fin.
Una cadena
que me sujeta a tu mirada,
a tu deseo.
Lazo, imposible de desatar.
Un "me quedo contigo
a cualquier precio";
un "para siempre";
un "da igual
si es imposible".
Un "nunca te vayas".
Sofia B. © 2015
jueves, 23 de abril de 2015
ME IRÉ VOLVIENDO VIEJO
Fotografía: Sofía Barral
Se empeñó tanto el tiempo en limar mi sonrisa
que mis labios se extrañan al esbozar su gesto,
y luchan y batallan por olvidar que han puesto
tesón en dibujarla con demasiada prisa.
De excusa serviría cualquier guiño inocente,
una estrella, una rosa, una simple caricia,
una mano en mi mano, tus labios sin pericia...
o el resplandor ingenuo que tu mirada invente.
Hace ya tanto tiempo que no es risa mi risa
ni limpio el horizonte, ni la mañana clara,
que no me importaría que este vivir se anclara
y el viento que me azota se me volviera brisa.
Mas no es mía la culpa que torna el beso en hiel,
ni me faltan razones que silencian mi llanto;
vivir como un mendigo, hoy ya me cuesta tanto,
que hielo llevo a veces como segunda piel.
Hubo alboradas tibias cargadas de rocío
y huellas en la arena besadas por las olas,
y manos que al tocarse formaban caracolas
lanzando al viento el eco de tu nombre y el mío.
Y así, como el que observa el morir de la tarde
dormitando a la sombra de un destino sombrío,
me iré volviendo viejo, solitario y vacío
y esperaré sin prisa el final que me aguarde.
zxz
Se empeñó tanto el tiempo en limar mi sonrisa
que mis labios se extrañan al esbozar su gesto,
y luchan y batallan por olvidar que han puesto
tesón en dibujarla con demasiada prisa.
De excusa serviría cualquier guiño inocente,
una estrella, una rosa, una simple caricia,
una mano en mi mano, tus labios sin pericia...
o el resplandor ingenuo que tu mirada invente.
Hace ya tanto tiempo que no es risa mi risa
ni limpio el horizonte, ni la mañana clara,
que no me importaría que este vivir se anclara
y el viento que me azota se me volviera brisa.
Mas no es mía la culpa que torna el beso en hiel,
ni me faltan razones que silencian mi llanto;
vivir como un mendigo, hoy ya me cuesta tanto,
que hielo llevo a veces como segunda piel.
Hubo alboradas tibias cargadas de rocío
y huellas en la arena besadas por las olas,
y manos que al tocarse formaban caracolas
lanzando al viento el eco de tu nombre y el mío.
Y así, como el que observa el morir de la tarde
dormitando a la sombra de un destino sombrío,
me iré volviendo viejo, solitario y vacío
y esperaré sin prisa el final que me aguarde.
zxz
martes, 21 de abril de 2015
Fotografía: Sofía Barral
Y vendrás a mi casa a consolarme,
y vendrán a increparme tus razones.
Se cruzarán miradas abatidas
y, nuevamente la memoria
retornará vestida de negrura.
Y, ahora, tu huida ¡como duele!.
No se acostumbra el alma a estar tan sola.
En esta travesía, a la intemperie,
tan llena de minúsculos momentos,
no hay esbozos, ni presagios,
ni discursos cargados de razones.
Bien sabes que te amé, sin condiciones,
pero el amor, a veces, se nos muere
como una luz, que se apaga y desvanece.
No pienses que es un juego,
que estoy inmersa en el tormento
mas, ya mis años y mis sienes canas,
perciben este intenso olor a muerto.
Sofía Barral y zxz
viernes, 17 de abril de 2015
Pasó el tiempo, ansioso,
por donde no lo esperabas,
ni yo lo esperaba.
Nos miramos, ausentes, sorprendidos,
supimos del golpe, del estrago
de ese viento de paso, sin palabras,
de la tierra desnuda,
avergonzada.
Luego calma de orillas
-en el centro rugía lo inevitable-
Ahí nos quedamos
bordeando tu una nada, yo otra nada.
Tú avanzabas, hablábamos,
nos saludamos
con un gesto adormecido de la mano.
Hicimos mímicas
fingiendo que vivíamos.
Yo quise alcanzarte pero estabas tan
lejos
y decías que no.
Tu cuerpo dividido
Decía al Tiempo: sí, sí…
Y no vi más,
más que al mundo impasible,
sarcástico,
mientras yo jugaba a salvarte
y a salvarme.
A cruzar una línea,
cuando tú sabías ya de paralelos.
Lourdes Cañellas Hamud
Lourdes Cañellas Hamud
viernes, 10 de abril de 2015
SOLO UN INSTANTE
Solo un instante más
una vez más.
Tan solo una palabra,
un guiño cómplice
o acaso una sonrisa.
Un único momento
y mirarte a los ojos
una última vez.
Grabar la impronta
de este sentir sin fin
y sin medida y, el amor
debatiéndose entre versos.
Sofía B. © 2015
domingo, 5 de abril de 2015
DONDE HABITE EL OLVIDO (LUIS CERNUDA)
Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.
Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.
En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.
Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.
Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
Disuelto en niebla, ausencia,
Ausencia leve como carne de niño.
Allá, allá lejos;
Donde habite el olvido.
LUIS CERNUDA
miércoles, 1 de abril de 2015
A JESÚS, CON LA CRUZ A CUESTAS
Una vez más, Jesús,
arrastras tus pies descarnados
camino del Calvario.
Vas cargando la cruz de nuestras culpas,
el rostro ensangrentado
y mueren los quejidos en tu boca;
se esconden en tus labios.
¿Dónde están quienes alborozados
te aclamaron como su Dios?
¿Dónde los que vivieron tus milagros?
¿Por qué no te acompañan
en la hora amarga?
¿Porque callan ante tu sacrificio,
y no acuden a aliviar tu carga?
No imploran tu inocencia.
¿No les conmueve ver como llevas
su miedo a tus espaldas?
Tan solo te acompañan las mujeres;
en cabeza tu madre, María,
sangrando el corazón por mil puñales.
Yo, Jesús, que tus llagas besaría,
te sigo un paso atrás -soy cobarde-,
pero quisiera secar la sangre
que tu visión empaña.
Observo tu mirada
llena de mansedumbre,
cuando pasas camino del martirio,
atormentado, bebiendo el sufrimiento.
Tan grande es tu dolor, que yo me inclino.
Mis ojos se avergüenzan
y al verte agonizante,
-la frente coronada por espinas-,
se bien que no merezco tu sacrificio.
Un año más tu paso se balancea
sobre los hombros de los costaleros
y un año más llenan las calles
gentes que en penitencia,
te ofrecen su dolor.
Al verlos padecer,
recoges su miseria,
y cargas con tu cruz.
Un año mas, Señor, ante tu pueblo
paseas tu martirio, entregas tu vida,
y un año mas, Dios mío,
¡cómo me duele tu agonía!
"A Jesús con la Cruz a Cuestas, que cada Jueves Santo recorre las calles de Pontevedra, escoltado por la Cofradía de Nuestro Padre Jesús con la cruz a cuestas. A ti papá, que tantas veces le acompañaste..."
(Escrito por Sofia y Miguel Angel el 25/03/2005)
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