Se empeñó tanto el tiempo en limar mi sonrisa
que mis labios se extrañan al esbozar su gesto,
y luchan y batallan por olvidar que han puesto
tesón en dibujarla con demasiada prisa.
De excusa serviría cualquier guiño inocente,
una estrella, una rosa, una simple caricia,
una mano en mi mano, tus labios sin pericia...
o el resplandor ingenuo que tu mirada invente.
Hace ya tanto tiempo que no es risa mi risa
ni limpio el horizonte, ni la mañana clara,
que no me importaría que este vivir se anclara
y el viento que me azota se me volviera brisa.
Mas no es mía la culpa que torna el beso en hiel,
ni me faltan razones que silencian mi llanto;
vivir como un mendigo, hoy ya me cuesta tanto,
que hielo llevo a veces como segunda piel.
Hubo alboradas tibias cargadas de rocío
y huellas en la arena besadas por las olas,
y manos que al tocarse formaban caracolas
lanzando al viento el eco de tu nombre y el mío.
Y así, como el que observa el morir de la tarde
dormitando a la sombra de un destino sombrío,
me iré volviendo viejo, solitario y vacío
y esperaré sin prisa el final que me aguarde.
zxz
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