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jueves, 14 de enero de 2016

POEMAS DE GINÉS SERRALLO





Ahí van los poemas de un amigo, poeta cordobés: Ginés Serrallo. Se que gustarán. Gracias, amigo, por compartirlos


No recuerdo donde comenzó 
mi vida a caminar por la melancolía,
recuerdo, que mis huellas
se habían llenado antes de inciertas
alegrías, ligeras noches
anidaron por mis cabellos hace tiempo.

Y ahora, cuando el otoño 
va dejando paso a la nieve de los años
vienes tú, escarchando rocíos
sobre mis sueños
levantando banderas en las nubes
incendiando de luz 
mis vacías ventanas.

No me llegues con prisas
pues mis batallas con la luna
no tienen tiempos 
y en tus ojos de zafiro
quiero soslayarme, interpretando
cada pestañeo, 
como si de un misterio
se tratase.

No me dejas palabras 
con las que hilvanar un instante
de lluvia sobre tus labios
ni tampoco acceder a los encantos
de las palabras que el amor posee,
debo ser pobre de espíritu 
y solo poseo la paz de los condenados
a sucumbir en tus abrazos.

Vienes alumbrando mis sombras
alzando mis vientos en tus montes;
traes páginas con antiguas tradiciones
y estos ojos míos, holgazanes, 
no se acostumbran a la fantasía
de tu boca enardecida de rojos laureles.

Pretendes que vaguemos por bosques
y desiertos, que corramos 
por la esperanza y sonríamos al sol
cuando somos ya, incienso que se consume.

No voy a preguntarte,
las cumbres no tienen razones
y tu mirada serena 
en el crepúsculo de mi vida
es todo un mundo para descubrir
y conquistar en silencio.

 Ginés Serrallo



¿Quién eres?, 
me preguntaste.

La sombra de tus sueños, te respondi,
y volviste a preguntar 
¿quién eres?

Soy la mano que tiende la esperanza.

Querías respuestas y no adivinanzas
e insistías en la misma pregunta,
yo repondía con la fe de la lluvia
en mis labios.

Soy la palabra que extiendes en el viento.

Tu cuerpo vibraba agitando tus pupilas
como si de un sueño se tratara,
y en tus manos, la brisa era manto
de primavera con aromas de otoño.

Indagabas con la mirada,
con el silencio, con el gesto
de intentar conocer el misterio
de la luz y su simiente.

Soy el bálsamo que tus manos extienden

Abriste el corazón para que fluyera la vida
y te hice montaña
y tu sangre ríos
y tu palabra vientos
y tus lágrimas lluvia
y fuiste la tierra donde sembrar el futuro.

Ginés Serrallo

viernes, 8 de enero de 2016

LA POESÍA DE MARISA LOZANO FUEGO





Marisa Lozano Fuego es una joven poeta pontevedresa cuya obra, mezcla de técnica y frescura y llena de matices, la han situado ya no como promesa, sino como una realidad a seguir y una referencia dentro de la poesía española actual.

Aunque utiliza todo tipo de estrofas, destacan sus sonetos, de estructura perfecta. Su poemario "Vesania", que ha visto la luz el pasado 2015 y que ella misma define como "una renovación interior", está plagado de toques íntimos, envueltos en lirismo y espiritualidad. Un profundo contenido, vestido de hermosas formas.

Es un honor para mi, publicar en este blog una pequeña muestra de la obra de esta poeta, que considero debería ser de obligada lectura para todos los que amamos la POESÍA.




No me das, no te doy y no nos damos,
escondemos la magia en la trastienda,
pasamos de puntillas por la senda
del sentir, nos creemos ser los amos.

No besas y no beso, e ignoramos
el valor de esta cálida contienda,
nuestro fatuo propósito de enmienda
nos protege de ver que nos amamos.

Y quizá cuando quieras sea tarde,
y si acepto rendirme ya no puedas
devolverme trocitos de tu ser.

Porque el tiempo en el pecho hiela y arde,
y las dudas congelan nuestras ruedas
en la senda tortuosa del querer.

Marisa Lozano Fuego



SENTENCIA (octavas reales, sáficas)

Arrancaré sin compasión la daga 
que me clavaste al penetrar mi anhelo
y sangrará la virulenta llaga
de mi sentir, de tu iracundo celo
y emergeré sin calidez, cual maga
que en su bravura coloniza el cielo.
No escucharás sobre la Tierra el llanto,
las cicatrices no serán quebranto.

Resurgiré resucitando aromas
que derramé por abrazar tus ojos,
si a mi balcón de medianoche asomas
te cubriré de sinsabor y abrojos.
Bostezaré resucitando malvas 
que se murieron con tu amor "sincero",
si el corazón que me has quebrado salvas,
mi desatino te dirá te quiero
mas no podemos compartir más albas,
mi ser precisa subsistir entero.

Desgranaré mi cárdeno poema
para que sangre la verdad de ahora
y ese fantasma de mi oscura flema 
enterrará la candidez que llora.
Abortaré el sentimental dilema
resucitando mi violenta flora,
y en esta selva volverá a brotar
el fuego cruel que no precisa amar.

Marisa Lozano Fuego



Parece que los versos ya vomitan
su extraña y descarada epifanía,
parece que ya surge la poesía
de estos dedos helados que te gritan

y por encima de la piel levitan
y confunden la noche con el día,
parece que es real la fantasía,
parece que en la tierra necesitan

un bálsamo de luces apagadas,
una caricia húmeda y silente,
una manta de tierna juventud,

parece que en mis brasas apagadas 
permaneciera el fuego omnipotente
que rescató mis rimas del alud.

Marisa Lozano Fuego