Un tiempo para abrir el corazón
de par en par, a la aventura.
Para volar en una nube de sueños.
Para sentir en la cara
la fría lluvia del desamor.
Hay un tiempo
de apostar por lo soñado
deseando no dejarnos vencer
por ningún contratiempo.
Un tiempo de alegrías
y un tiempo de desencantos.
Hay un tiempo
para beberse la vida a tragos,
entre nieves y primaveras,
y un tiempo de amarga lentitud;
del desamparo del náufrago.
También, hay un tiempo
de temblores, para los finales.
De tinieblas, de lutos
más cortos o mas largos,
en ocasiones interminables.
Hay un tiempo
de hacer limpieza
y lanzar el dolor,
más allá de las fronteras
del espacio, en el que late el corazón.
Hay incluso, un tiempo,
de abrir cortinas a nuevos aires,
a treguas necesarias
por mareas ardientes de ilusión.
Siempre hay un tiempo
para un final diferente.
Sofia B. ®
No hay comentarios:
Publicar un comentario