Si te busco en las tardes distraídas,
displicente, dormido tras mi sombra,
abrázame, capricho que me nombra
en el misterio gris de tus pestañas.
Asómate, golpea mis ventanas
hasta adueñarte, altivo, de mis sueños
y duérmete mimoso, al filo de ellos.
Sé mi noche y mi día, luz, misterio.
Alcánzame, bordea el equilibrio,
que estoy ansiando el brillo de tu nombre
y de tus sabias manos, el martirio.
Sofia B. ®
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